En septiembre, la tasa de inflación en Alemania cayó al 1,6% interanual, por debajo de las expectativas del 1,7%. Esta disminución fue impulsada principalmente por una significativa caída en los precios de la energía, que descendieron un 7,6%. Sin embargo, los precios de los alimentos continuaron su aumento, con un incremento del 1,6% en el mes.
La inflación subyacente, que excluye energía y alimentos, también mostró una leve disminución, situándose en el 2,7% interanual, frente al 2,8% del mes anterior. Además, la inflación en los servicios también cayó ligeramente, pasando del 3,9% al 3,8%.
