En un sorprendente giro de los acontecimientos, las ventas de acciones en Japón han alcanzado su nivel más alto en dos décadas, a pesar de una reciente caída en el mercado. Este fenómeno subraya la fuerte demanda de los inversores por nuevas acciones, incluso en un entorno de volatilidad.
Desde el inicio del año fiscal el 1 de abril, las empresas japonesas han realizado al menos 80 operaciones, incluyendo ofertas públicas iniciales (OPIs), ventas adicionales de acciones y emisiones de bonos vinculados a acciones, acumulando un total de aproximadamente ¥2.9 billones (20.5 mil millones de dólares). Este es el mayor monto registrado para este período desde el año fiscal 2004.
El impulso detrás de este aumento en las ventas de acciones se debe en parte a las políticas de los responsables económicos que han instado a las empresas a mejorar los rendimientos para sus accionistas y a reducir las participaciones cruzadas con otras firmas, lo que tradicionalmente limitaba la competencia. Según Shu Nagata, jefe de Mercados de Capital Global de Japón en BofA Securities en Tokio, la desvinculación de estas participaciones cruzadas y las OPIs son los principales motores del mercado de capitales de Japón.
A pesar de la reciente caída del 12% en los índices Topix y Nikkei 225 el 5 de agosto, los inversores siguen buscando activos con mejores rendimientos, y las OPIs han demostrado ser una opción atractiva, con ganancias significativas en los primeros días de cotización. Sin embargo, invertir en OPIs no está exento de riesgos. Aunque las acciones de 38 OPIs en la primera mitad del año subieron un promedio del 40% al inicio de su cotización, sus rendimientos en el primer mes fueron a menudo una fracción de esas ganancias iniciales.
Entre las operaciones más destacadas en el horizonte se encuentran las posibles cotizaciones en la bolsa de Tokio del operador de metro Tokyo Metro Co. y del fabricante de productos de memoria de semiconductores Kioxia Holdings Corp. Además, se espera que las cotizaciones de startups también se reanuden, beneficiándose junto con sus contrapartes globales de las esperadas reducciones de tasas de interés en EE. UU.
En resumen, el mercado de capitales de Japón está experimentando un renacimiento, impulsado por una combinación de políticas gubernamentales favorables y una fuerte demanda de los inversores. A medida que las empresas continúan mejorando sus estándares de gobernanza y prestando más atención a la asignación de capital, es probable que esta tendencia de ventas de acciones continúe en el futuro cercano.