- Riksbank: bajó su tasa en 50 puntos básicos, llevándola del 3,25% al 2,75%.
- Banco de Inglaterra: redujo su tasa en 25 puntos básicos, estableciéndola en 4,75%.
Ambos bancos buscan ajustar las condiciones financieras en respuesta a las necesidades actuales de sus economías, reflejando la tendencia de flexibilización en política monetaria que se observa en varios bancos centrales.