Desinflación de los precios al consumidor tras los confinamientos por COVID-19 en junio, mientras los precios centrales continúan aumentando

Después de décadas de inflación relativamente baja y estable, en 2021 Estados Unidos experimentó un fuerte aumento en el ritmo de los aumentos de precios. La tasa de inflación anual, medida por el Índice de Precios al Consumidor (IPC), fue del 1,7% en febrero de 2021, pero aumentó a más del 5% en junio de 2021. Continuó aumentando durante otro año, alcanzando aproximadamente el 9% en junio de 2022. Este aumento en la tasa de inflación se atribuye a varios factores:

  1. Respuesta del gobierno a la pandemia: Las iniciativas federales, como la Ley CARES y el Plan de Rescate Estadounidense, autorizaron aproximadamente $5 billones en gasto público. Esto contribuyó a una fuerte demanda de consumidores y empresas, lo que generó presión al alza sobre los salarios y los precios.
  2. Disrupciones en las cadenas de suministro: La pandemia afectó la producción y distribución de bienes. Por ejemplo, la industria automotriz experimentó una escasez de chips de computadora y otros insumos, lo que redujo la producción y aumentó los precios de los vehículos.
  3. Aumento de los precios de alimentos y energía: La invasión rusa de Ucrania en 2022 perturbó el mercado del petróleo crudo, llevando a un aumento significativo en los precios del petróleo y la gasolina.

En resumen, aunque algunos factores inflacionarios han disminuido, las presiones salariales y las disrupciones en las cadenas de suministro siguen siendo los principales impulsores de la tasa de inflación actual.