“No hay una tendencia clara sobre lo que sucederá después”: Las acciones están mostrando características bajistas vistas por última vez en 2022

Las acciones están mostrando características que a menudo se veían cuando las acciones se desplomaban en 2022, lo cual es una advertencia para las acciones ahora. El S&P 500 ha caído durante siete de las últimas 11 sesiones de negociación hasta el lunes, dejando su ratio de aciertos, la cantidad de ganancias diarias como porcentaje de los días totales de negociación, en el 36.4%, en camino a ser el más débil desde diciembre de 2022.

Rendimiento de las acciones y tendencias bajistas

La mayoría de esto ocurrió en 2022, cuando la Reserva Federal acababa de comenzar a subir las tasas y los temores de recesión dominaban, por lo que puede que no sea el paralelo más justo. Sin embargo, se suma a otras señales bajistas, indicando que el impulso alcista en las acciones ha cambiado.

¿Qué sucede después de abril?

La evidencia es un poco mixta sobre lo que sucede después de que termina abril. Cuatro de las últimas siete veces desde 2022 que el ratio de aciertos del S&P 500 fue igualmente bajo o más bajo, las acciones ganaron o se mantuvieron sin cambios en el mes siguiente a medida que surgían compradores en las caídas. Sin embargo, en las tres veces restantes, las acciones sufrieron más pérdidas importantes.

Dependencia de los resultados corporativos y las tasas del Tesoro

Mucho dependerá de cómo se desempeñe el sector corporativo de América en esta temporada de ganancias y hacia dónde se dirigen las tasas del Tesoro a partir de aquí. Gigantes tecnológicos como Microsoft, Meta Platforms y Amazon, entre los que se proyecta que liderarán el crecimiento de las ganancias en el S&P 500, deben informar la próxima semana y pueden ofrecer una mano amiga a las acciones.

Inflación y tasas de interés

Un aumento significativo y persistente de los precios del petróleo en 2024 y una mayor interrupción de los envíos entre Asia y Europa alimentarían la inflación en 2024, señaló Gourinchas. Esto llevaría a los bancos centrales a mantener las tasas más altas durante más tiempo y pesaría sobre el crecimiento global.

En resumen, aunque las acciones están mostrando características bajistas que se vieron por última vez en 2022, el futuro es incierto y dependerá en gran medida de varios factores, incluyendo el desempeño corporativo, las tasas del Tesoro y la inflación.