Desinflación en la zona euro: Un informe de progreso

El miembro de la Junta Ejecutiva del Banco Central Europeo (BCE), Philip R. Lane, ha informado sobre el progreso en la desinflación en la zona euro. Según Lane, la inflación comenzó a aumentar a principios de 2021, superando el objetivo a medio plazo del dos por ciento en julio de 2021. La inflación continuó subiendo durante el resto de 2021 y la mayor parte de 2022, alcanzando un máximo del 10.6 por ciento en octubre de 2022. Desde finales de 2022, la inflación ha disminuido y se situó en el 2.8 por ciento en enero de 2024.

Según las proyecciones del personal del Eurosistema de diciembre de 2023, se espera que la inflación se estabilice alrededor del objetivo del dos por ciento a partir de mediados de 2025. Los principales factores en el aumento de la inflación en 2021-2022 fueron los efectos directos e indirectos del shock energético, junto con una serie de factores relacionados con la pandemia, incluyendo los cuellos de botella en la cadena de suministro y, durante 2022, la invasión rusa de Ucrania y los desajustes entre la oferta y la demanda asociados con la reapertura de los sectores de servicios de contacto intensivo.

La fuerte desinflación durante el último año refleja en gran medida la disminución de la inflación energética, que explica aproximadamente la mitad de la desinflación. En enero de 2024, la inflación energética se situó en el -6.3 por ciento. El shock energético también contribuyó a una inflación alimentaria muy alta: en enero, la inflación alimentaria ha bajado sustancialmente desde su pico del 15.5 por ciento en marzo de 2023, pero sigue siendo elevada.

La inflación subyacente fue del 3.3 por ciento en enero, bajando desde el pico del 5.7 por ciento también en marzo de 2023. La disminución de la inflación de los bienes ha sido el principal motor de la desinflación subyacente, con la inflación de los bienes situada en el 2.0 por ciento en enero, bajando desde el 6.8 por ciento en febrero de 2023.

En resumen, aunque la inflación ha disminuido desde sus máximos de 2022, sigue siendo más alta que el rango objetivo del 2% del BCE. Los funcionarios del BCE han indicado frecuentemente que están buscando datos económicos para evidencia de que la inflación está volviendo hacia este objetivo antes de tomar decisiones sobre los recortes de las tasas de interés.